La Federación Aragonesa de Montañismo celebra este sábado, día 19, uno de sus momentos más esperados con el fin de las obras de remodelación del refugio de Góriz, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. El emblemático refugio ha completado un proceso de ampliación y adecuación en fases de sus instalaciones que comenzó en 2006. Con motivo de la inauguración de los últimos trabajos, se ha organizado un acto, con salida de autobuses desde Zaragoza, Huesca y Barbastro, para compartir con los montañeros y montañeras “la inmensa alegría del fin de este largo camino” y agradecer la colaboración de todas las personas e instituciones que lo han hecho posible.
La última fase de los trabajos comenzó el 5 de mayo y ha consistido en la reforma del edificio viejo, sustituyendo completamente el tejado original y remodelando la primera planta y bajo cubierta, con una inversión de 1.100.000 euros. La intervención también ha permitido ganar espacio para los visitantes y mantener sus 80 plazas en habitaciones de menor número de camas, además de crear un nuevo alojamiento para los profesionales que prestan su servicio en el Parque Nacional.
Las características de estos trabajos, que han permitido adaptar el refugio a la actual normativa aragonesa, motivaron el cierre temporal hasta el 12 de julio de los servicios de alojamiento y restauración del refugio, para garantizar la seguridad; si bien, Góriz continuó guardado, cumpliendo así el resto de sus funciones, como toma de datos meteorológicos o ayuda en caso de accidente. Tras tener luego el aforo limitado al 50% en verano, la finalización de las obras supone poder disfrutar finalmente de toda su capacidad, con unas instalaciones y servicios acordes al siglo XXI y al máximo respeto medioambiental de la zona.
Para inaugurar la obra, la FAM ha organizado una excursión con salida en autobuses desde Huesca, Barbastro y Zaragoza hasta el mirador de Zierracils, en Nerín, desde donde partirá una andada de dos horas hasta el refugio y participar en un acto de celebración montañera.
El presidente de la FAM, Javier Franco, ha señalado que el acto de inauguración quiere “dar las gracias a todas y todos los que nos han ayudado a culminar este empeño; a todos los amigos de la Federación, como Modesto Pascau, Luis Masgrau, Jesús Rivas y tantos otros; a las instituciones que han contribuido a la financiación y colaborado, como el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Huesca, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y el Ayuntamiento de Fanlo; a los trabajadores de Prames que han realizado las obras en las duras condiciones que supone trabajar en altura; a todos los montañeros y montañeras usuarios del refugio, por su paciencia y comprensión cuando su estancia se ha visto condicionada; y, por supuesto, a la guardería, que ha seguido dando un servicio extraordinario.
Por su parte, el vocal de refugios de la FAM, Sergio Rivas, ha señalado que “Góriz es un emblema. Uno de los primeros refugios que gestionamos desde la Federación y el más visitado del Pirineo. Todos los montañeros que lo hemos utilizado le tenemos un cariño especial. Por todo ello la inauguración es para nosotros una satisfacción enorme, el final de una etapa muy larga”.
SESENTA AÑOS DE EXISTENCIA Y VEINTE DE OBRAS
El primer refugio de Góriz data de la década 1920, coincidiendo con el comienzo del desarrollo del montañismo en nuestro país; es de los más veteranos de la red de refugios aragoneses, solo tras el de La Renclusa. El refugio guardado, el mismo ahora reformado, se inauguró en julio de 1963, promovido por la Federación Española de Montaña.
En los años ochenta, Góriz pasó a ser titularidad de la FAM, mientras que la ampliación del Parque lo llevó también a estar dentro del espacio protegido. Año tras años se ha afianzado como el refugio de montaña con más ocupación de toda España y también de toda la cordillera pirenaica, superando las 12.000 pernoctaciones anuales; además de resaltar como uno de los principales escaparates de Aragón y una instalación clave para compatibilizar el disfrute turístico y deportivo con la conservación de la naturaleza.
Los planes para remozar el refugio comenzaron en 2006, tras un estudio sobre la capacidad de acogida de la zona, en función de factores como la depuración de aguas residuales. La ubicación, dentro de un espacio protegido, a 2.200 metros de altura y con acceso solo a pie han hecho de la remodelación de Góriz un trabajo especialmente costoso y complejo, que se ha ido ejecutando por fases.
Las primeras obras que se finalizaron fueron las del punto limpio, debajo del refugio viejo, una construcción de servicios, equipada con grupos electrógenos y un sitio destinado a basuras. Después se empezó a excavar un nuevo edificio anexo para ubicar las nuevas cocinas, un almacén de alimentos en el sótano, el bar y la recepción, la mitad de las plazas de alojamiento y las habitaciones de los guardas.
Dentro de esta fase, completada en 2015, se realizó también una renovación integral del sistema de depuración y la construcción de aseos y duchas, así como la renovación del equipamiento para mejorar los servicios de hospedaje y actividades de montaña. La capacidad total del refugio es de 80 plazas.
La remodelación del refugio viejo ha completado finalmente este largo proceso, en el que han cooperado con la FAM en la financiación de Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Huesca, con aportaciones de los Fondos Europeos de Recuperación y el Organismo Autónomo Parques Nacionales.
UN REFERENTE EN LA RED DE REFUGIOS DE ARAGÓN
El refugio de Góriz destaca por su situación privilegiada, que lo convierte en puerta para todas las actividades de montaña en la zona. Es el punto de partida para el ascenso a algunas de las cumbres más destacadas del Pirineo, como el Monte Perdido o el Cilindro de Marboré; da apoyo a quienes recorren el GR 11, Senda Pirenaica y conecta con la vertiente francesa a través de la brecha de Rolando; es un lugar privilegiado para practicar la escalada o el esquí de montaña…
En especial, sus distintas vías de acceso y la red de senderos de su entorno permiten conocer y disfrutar la impresionante naturaleza del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, logrando el objetivo de dar a conocer la belleza de este espacio y así seguir apostando por su conservación. Las principales vías de acceso a Góriz son desde Torla, a través de la Pradera de Ordesa y el GR 11, en uno de los más hermosos recorridos de todo el Pirineo; desde Nerín por Cuello Gordo y la falda de sierra Custodia; y desde Pineta, siguiendo el GR 11 por los collados de Añisclo y Arrablo.
Todos estos valores, destacan a Góriz como referente de la red de refugios de Aragón, a todos los niveles: deportivo, ambiental, cultural, turístico… La Federación Aragonesa de Montañismo ha resaltado su importancia como “un referente en la red de refugios de Aragón y la esencia de lo que es prestar un servicio público en alta montaña y promover los valores del montañismo”.
En la actualidad, la FAM gestiona 16 refugios guardados de montaña, once de ellos en el Pirineo, que desempeñan un importante papel deportivo, económico, social y de imagen de Aragón. La Federación destaca que por su simple ubicación son instalaciones que sufren mucho y tienen un mantenimiento caro, por lo que ha reclamado el apoyo de las instituciones para mantenerlos en perfecto estado y apostar por el desarrollo de esta red.