Es habitual que, cada año, en el Pirineo caiga la primera nevada en verano. Si nos ceñimos al verano como esa estación que empieza el 21 de junio y termina entre el 22 o 23 de septiembre, y teniendo en cuenta que las cotas máximas de esta cadena montañosa superan los 3.000 m de altitud, a la mayoría de personas que hacen alta montaña esta afirmación no se le hace extraña: cada año la primera nevada, esa nevada que cae sobre el suelo aún caliente, suele llegar en agosto o septiembre.
Evidentemente, esas nevadas duran apenas unas horas o días: entre el calor del sol y el del suelo, a poco que regresen las condiciones «propias» del verano, la nieve se funde y se va río abajo.
A partir de septiembre, con el día más corto y las condiciones más frescas, esas nevadas pueden cubrir la montaña uno, dos o tres días, y progresar por ellas suele ser muy incómodo.
Si quieres conocer cómo actuar en estas primeras nevadas os recomendamos nuestro artículo de Montaña Segura:
Primera nevada en verano - Montaña Segura (montanasegura.com)