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José Ángel Sánchez 1José Ángel Sánchez Sabalza ha sido distinguido este año por la FAM con su Insignia de Oro, por toda una vida de dedicación a la montaña: como deportista y como infatigable promotor de toda clase de actividades en el Club de Montaña Exea y en la propia Federación. Además de su trabajo como guarda, que lo ha hecho bien conocido por todos los aficionados.

Pregunta.- ¿Qué supone para ti, recibir la Insignia de Oro, el máximo reconocimiento de la FAM?

Respuesta.- Estoy muy contento, porque lo que se ha valorado es mi trabajo con la Federación y el Club de Montaña Exea y como deportista. Aunque yo sea más conocido por llevar ya 26 años como guarda de refugio, trabajando con chavales y en actividades, siempre con carácter benévolo, son más de treinta. Es normal tener un reconocimiento con los guardas al jubilarse; pero a mí, aún me quedan años y sinceramente, no me lo esperaba.

P.- Explícanos un poco tu trayectoria como montañero

R.- Empecé ya un poco mayor, entre comillas, en el club de mi pueblo, el Exea; en el que igual llevo ya treinta años en la Junta Directiva. Antes jugaba también al rugby, y con el club empecé a andar con los socios. Luego ya empezamos a querer llegar a sitios donde no se podía llegar andando y con unos 27 años, ya me metí en el mundo de la escalada, en roca y hielo, en el esquí de travesía… La verdad es que currículo de montañero tengo bastante porque en esa época tenía un grupo de compañeros muy activo. Hacíamos un año de ahorro y otro de expedición y he estado en Chilé, Perú, México, Irán, el Atlas, tres veces en el Himalaya… Hasta los cuarenta y tantos años hice mucha alta montaña y vías clásicas de escalada; luego ya he parado un poco, porque el cuerpo ya aguanta menos.

También soy monitor titulado de barrancos, de escalada y de esquí de travesía, y tengo la habilitación profesional como guía de alta montaña; aparte de trabajar como guarda en los refugios de Casa de Piedra y Bachimaña. Y siempre he estado haciendo cursos y temas de formación con chavales, e implicado en el club y en la FAM. He sido responsable muchos años de la vocalía de Alta Montaña y, aunque ya lo he dejado este año, sigo en la Junta Directiva como asesor.

P.- ¿Y cómo explicarías tu pasión por el montañismo?, ¿qué es lo que te aporta?

R.- Siempre he dicho que es otro tipo de vida, distinta de la normal, entre comillas. Ya tuve un trabajo con horario de semana y vacaciones de verano como todo el mundo; pero la verdad es que prefiero vivir fuera de esos tiempos. Para mí, la montaña ha sido vivir de otra manera.

José Ángel Sánchez 2P.- ¿Y por qué te has preocupado especialmente no solo de practicar este deporte sino de fomentarlo?

R.- Sí, aparte de deportista, he estado siempre ligado a hacer cursos e intentar meter el venenillo de la montaña, desde organizando excursiones con el AMPA del colegio de mi hijo hasta con los cursos de la FAM. Veo muy importante la formación porque hay que ser consciente de que a la montaña no hay que tenerle miedo, pero sí respeto; y que tiene unas normas que hay que cumplir. Hay montañeros que van sin equipación suficiente, que salen solos… y me preocupa transmitir la importancia de ir preparado, de planificar porque las imprudencias matan.

P.- Esta ha sido siempre una función básica de los clubes de montaña ¿Qué más destacarías de su papel en el montañismo?

R.- Siento que la sociedad es cada vez más individualista y quiero defender los valores “arcaicos” de los clubes. Antes, creo que nos uníamos para ser más grandes, nos ensuciábamos para llegar mejor. Hay excepciones importantes, clubes que hacen una importante labor de promoción, de fomento… pero ahora, lo que prima es el “¿qué me das  por lo que yo pago?” y se funciona más como agencia de viajes. Quizá no nos hemos sabido vender y hacer valorar la labor de todos los colaboradores amateur, que ponemos nuestro dinero como los demás y también nuestro tiempo; pero para no ir a menos, tenemos que mantener la vieja esencia de los clubes.

P.- También tienen un papel muy importante para practicar el montañismo los refugios de montaña y hay que reivindicar el papel de los guardas como tú.

R.- Sobre todo el papel en la seguridad; los guardas controlamos el estado de las rutas, la meteorología, el riesgo de aludes; tomamos datos todos los días del año para AEMET Y somos colaboradores con Protección Civil, los primeros a los que se recurre cuando hay un problema…. Además, los refugios son puntos de encuentro en los que se genera un gran ambientillo y donde pueden compartir información y unirse los montañeros. El factor que menos importante veo es el de la hostelería, aunque sea lo que nos da de comer.

José Ángel Sánchez 3P.- Hemos repasado bastante tu trabajo y tu trayectoria, ¿pero cómo ves tu futuro como montañero?

R.-. Pues es algo que parte de mi vida y que no voy a dejar. Tengo claro que no voy a hacer ya paredones muy largos y de mucho grado, pero siempre hay rutas más asequibles; o en invierno, rutas con esquí, en vez de escalada en hielo. Aquí, en el refugio, viene un grupo que se llaman “Los martes al sol”, todos jubilados y que siguen escalando. Eso es lo que me motiva, esta cuadrilla que se junta para hacer deporte y echar unas risas. Y de continuo, seguir andando por el monte, que siempre te quedan sitios en los que no has estado. Yo he estado en expediciones por todo el mundo, pero la zona del Pirineo catalán, por ejemplo, la tengo más floja. Siempre he dicho que cuando acabara con el aragonés, seguiría con esa parte, pero aún no he acabado; todavía tengo mucho tajo y ganas.